Arte en Yucatán

Exhibe Alejandro Mac Gregor sus obras surrealistas en Mérida

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domingo, 28 de mayo de 2023 · 00:00

Un escaparate de la imaginación y la propia vida del pintor a partir de retratos de quienes le rodean es la exposición “El mundo onírico de Alejandro Mac Gregor”, quien por medio de imágenes surrealistas muestra fragmentos de vivencias y alude a las máscaras de los seres humanos, en una analogía con los payasos.

Las obras se presentarán en la galería Jaime Barrera Arte Contemporáneo, donde se inaugurarán el jueves 1 de junio, a las 7:30 p.m.

Para Mac Gregor ésta es su primera exposición en Yucatán. De origen tabasqueño, en pleno confinamiento por la pandemia de Covid-19 llegó a radicar al Estado.

Cuenta que desde muy pequeño le gusta dibujar y fue alrededor de los 19 años cuando decidió tomar de manera seria lo que para él había sido solo un pasatiempo.

Fue entonces que participó por primera vez en una colectiva en Ciudad del Carmen, donde estudiaba Arquitectura. Admite que nunca ha tomado clases de pintura, pero posee una sensibilidad para crear obras que llaman la atención, ya sea por su colorido o por la fantasía de sus elementos.

Desde los 10 años pinta al óleo; señala que al principio era complicado, pero con el tiempo fue aprendiendo a mejorar su técnica.

Respecto a la exposición en la galería Jaime Barrera, puntualiza que se divide en dos partes. En una se ve claramente su estilo surrealista, es una especie de escaparate de su imaginación y, al mismo tiempo una biografía. Y es que, aunque él no está retratado en ninguna pieza, los protagonistas son un reflejo de su familia y de él como esposo, padre, hijo, hermano, y está presente a través de todos ellos.

Esto, porque el rostro de su esposa, por ejemplo, está presente en sus pinturas, al igual que el de su hijo, su madre y su hermano, a quienes recrea rodeados de elementos que hacen referencia a sus gustos y añoranzas.

La segunda parte está integrada por la colección “Reír y llorar”, de 12 piezas: retratos de personas que simulan ser payasos.

Al realizarlos, el expositor se basó en la premisa de que las personas están actualmente inmersas en un mundo en el que se vive muy rápidamente y en el que no hay tiempo para nada, ni para el aburrimiento, por lo no tienen oportunidad de verse a sí mismas y se están volviendo autómatas.

Con los cuadros busca reflejar lo que el ser humano siente: tristeza, imaginación, mentira, creatividad...

Hace una analogía entre los payasos y las personas, a partir de que los primeros siempre están fingiendo algo que no son, son máscaras y están obligados a sonreír, y las personas están tratando continuamente de cumplir los deseos de otros, de los padres, la sociedad, y resienten muchas presiones. Considera que, si no se pone la atención debida, se acabará siendo un triste payaso.— IRIS CEBALLOS ALVARADO

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